Tesoros del pasado en Salta: la tradición de La Mansión Antigüedades

En el corazón de Salta, la Mansión Antigüedades (Caseros 332) conserva una historia que atraviesa generaciones.

Fundada por Carlos Antonio Pérez, contador de profesión y anticuario por vocación, el negocio nació del legado familiar que comenzó en Tucumán, cuando su esposa heredó la colección de su padre, cónsul honorario de Chile y dueño de una reconocida casa de antigüedades.

“Nosotros seguimos lo que empezó mi suegro —cuenta Pérez—. En Jujuy nos fue bien, pero el público era más reservado, así que decidimos mudarnos a Salta, donde la gente tiene otra valoración por las cosas antiguas”. Así, hace ya cincuenta años, abrieron las puertas de La Mansión, uno de los primeros espacios dedicados a la compra y venta de objetos de época en la ciudad.

Entre vitrinas y aparadores se exhiben piezas de cristal, platería, lámparas de araña y muebles estilo chipendal esterillado, muchas de esas piezas con baños de oro al mercurio. “Estos muebles duran generaciones: Cinco o seis, fácil”, asegura Pérez. “La gente aprecia la madera, la calidad. Eso no pasa de moda.”

Durante sus años frente a la Casa de la Cultura, la familia prestaba mobiliario para exposiciones y obras de teatro, consolidando su vínculo con la escena cultural salteña. Hoy, junto a su hijo Leonardo, Pérez continúa atendiendo personalmente a quienes buscan objetos con historia o desean vender piezas únicas.

Aunque reconoce que la situación económica afecta las ventas —“no es que no quieran comprar, es que no hay plata”—, destaca que siempre hay quienes valoran el arte y la historia detrás de cada objeto. “La gente con cultura sabe lo que busca, y cuando lo encuentra, no lo deja pasar.”

La Mansión Antigüedades abre de lunes a viernes de 9 a 12:30 y de 16 a 20 horas. Allí, cada vitrina guarda no solo objetos de valor, sino también fragmentos de memoria y de buen gusto que resisten el paso del tiempo.

La casa de Mansión Antigüedades perteneció a Dn. Ángel Zerda (Salta, 1837-1913), destacado empresario y político salteño que gobernó la provincia en dos oportunidades. Hijo de José Antonio Zerda, benefactor que donó los terrenos y el edificio donde hoy funciona el Colegio Salesiano “Ángel Zerda”, perteneciente a la congregación de Don Bosco, continuó una tradición familiar de compromiso con la educación y el desarrollo de Salta.